El bosque denso era tranquilo. Ocasionalmente, unas bestias pequeñas saltarían por el suelo, sorprendiendo a las aves en sus nidos.
La atmósfera serena duró poco tiempo antes de que fuera perturbada repentinamente por una figura terrible que espantaba a todas las aves de los árboles.
Ignorando el disturbio que había causado, la sombra molesta se escabulló. Ocasionalmente, su rostro aterrado miraría hacia atrás como si hubiera una antigua bestia feroz que estuviera persiguiéndolo.
Tras correr algo de distancia, esta figura humana que estaba vistiendo ropas de mercenario levantó la cabeza y miró la luz a una corta distancia. Una felicidad descontrolada apareció en su rostro. Una vez que escapara de este irritante bosque denso, sería capaz de llamar a sus compañeros para que lo salvaran. Cuando ese momento llegara, ya no tendría que temerle al dios de la muerte que buscaba su vida.
