Caminando en una pequeña calle y observando el clan que se había vaciado mucho, Xiao Yan sacudió su cabeza impotentemente. Ese era el día en el que el equipo de reclutamiento de la academia Jia Nan llegaría a la Ciudad Wu Tang y casi la mitad de los miembros del clan habían ido a ver. Para ese momento, la entrada de la Ciudad Wu Tang probablemente estaría bloqueada por completo por personas.
—Qué grupo de gente loca. ¿Creyeron que los dejarían pasar fácilmente el examen de ingreso solo porque fueron a mirar?
Xiao Yan sacudió su cabeza y murmuró de una manera relajada, mientras se dirigía a las montañas. A esta hora todos los días, entrenaba su Técnica Dou sin falta.
