El ambiente en la sala intensamente iluminada se sintió sofocante y opresiva.
En medio de la sala, había una mesa y, en su centro, reposaba una pequeña botella de jade verde. De esa botella, emanaba un leve aroma medicinal.
Muchas personas estaban sentadas en el salón. Por su atuendo, era evidente que ellos eran los muchos altos cargos del clan Jia Lie; Jia Lie Ku también estaba sentado entre ellos.
En la sala, en el lado izquierdo, un joven vestido reclinaba su espalda contra la silla. En realidad, el joven habría parecido muy encantador si no fuera por la mirada llena de lujuria que aparecía frecuentemente en sus ojos, degradando su imagen. Mientras se reclinaba, podía verse que una de sus manos rebuscaba lentamente en las ropas de la linda sirvienta a su lado. Aunque había tantos individuos a su alrededor, a nadie parecía importarle esa acción tan desenfrenada.