En la cueva estrecha, Yao Lao observaba con ojos cerrados mientras Xiao Yan entrenaba su Dou Qi. Frotando sus ojos enrojecidos con sus manos, Yao Lao sabía que él era una de las razones por las que Xiao Yan había decidido elegir esta peligrosa técnica. Las emociones se desbordaron en su viejo corazón mientras volteaba a mirar el cielo. Con un suspiro bajo, murmuró.
—No te preocupes, definitivamente te convertiré en el alquimista más extraordinario…
Tras lograr el avance para convertirse en Dou Zhe, uno poseería las cualidades para practicar un Método Qi. Tras practicar la técnica, el Dou Qi blanco lechoso sin atributo dentro del cuerpo cambiaría al mismo atributo que la técnica practicada.
Uno no necesitaba demasiado tiempo para el primer cambio de Dou Qi, así que, apenas dos horas después, Xiao Yan abrió sus ojos lentamente desde su posición sentada con las piernas cruzadas.
