Viendo que Xun Er asintió ante las palabras de Xiao Yan, la boca de Jia Lie Ao empezó a retorcerse. Presionó sus puños y miró fríamente al tranquilo e impasible joven ante él.
Los lacayos de Jia Lie Ao, viendo que su amo estaba muy molesto, avanzaron rápidamente y rodearon a Xiao Yan y a Xiao Xun. Sus miradas revelaron sus malas intenciones.
Aunque era en lo profundo del mercado, aún había bastantes personas alrededor y dirigieron sus miradas inquisitivas hacia el grupo rodeado. Xiao Yan y Jia Lie Ao tenían mucha reputación en la Ciudad Wu Tang; Xiao Yan por pasar de ser un genio a un lisiado y Jia Lie Ao por menos que honorables encuentros con otras mujeres. Aunque eran infames, aún eran bien conocidos en la ciudad.
Mirando los movimientos del grupo de Jia Lie Ao, la ceja de Xiao Yan saltó y apareció un poco de confianza en su rostro joven. Volteando su cabeza levemente, silbó hacia un lugar del mercado.
Viendo las acciones de Xiao Yan, todos voltearon sus cabezas hacia la dirección a la cual silbó y vieron que los guardias del mercado venían furiosamente bajo el liderazgo de Pei En.
Con sus compañeros guardias, Pei En corrió hacia Xiao Yan y los guardias del mercado rodearon a los lacayos de Jia Lie Ao que estaban rodeando a Xiao Yan y a Xiao Xun rápidamente.
—Tercer joven maestro, ¿ocurre algo?
Caminando hasta Xiao Yan, Pei En pasó su mirada sobre Jia Lie Ao y le preguntó respetuosamente a Xiao Yan.
Xiao Yan sonrió un poco y volteó para mirar al Jia Lie Ao de la cara verde. Él tranquilamente.
—Joven maestro Jia Lie Ao, este mercado está bajo el control del clan Xiao, ¿está seguro de que quiere luchar aquí?
Los ojos de Jia Lie Ao revelaron su miedo por Pei En, pero le resopló a Xiao Yan inmediatamente.
—¿Solo sabes depender de tu clan? Si eres un hombre…
—Lo que quieres decir es que, si soy un hombre debería enfrentarte uno contra uno. ¿Verdad?
Xiao agitó su mano e interrumpió a Jia Lie Ao.
Jia Lie Ao resopló otra vez y dijo desafiantemente.
—Sí, ¿tienes miedo?
Mirando el rostro arrogante de Jia Lie Ao, Xiao Yan suspiró inútilmente y levantó su mano para sentir su frente. Momentos después, levantó su cabeza y encogió sus hombros y preguntó con inocencia e ingenuidad.
—Joven maestro Jia Lie Ao, me gustaría preguntar ¿cuántos años tiene?
El borde de la boca de Jia Lie Ao se torció y no respondió.
—Grandullón, ya tienes veintiuno. ¿Cuántos años tengo? ¡Quince! ¿Estás pidiéndole a un niño que no ha realizado su ritual de madurez que te enfrente? ¿No sientes que tu pedido excede los límites, no te sientes avergonzado?
La apariencia inocente de Xiao Yan era tan realista que Xun Er no pudo evitar soltar una risa suave a su lado.
—Jaja…
Escuchando las palabras del joven, los mercenarios y los dueños de los puestos comerciales soltaron risas. Xiao Yan tenía razón; en su edad actual, Xiao Yan solo podía ser considerado un niño, pero Jia Lie Ao sería considerado un adulto. Un desafío de esta clase hizo que todos menospreciaran a Jia Lie Ao.
La carcajada de la multitud fue como una cubeta de agua fría y ayudó a Jia Lie Ao a recobrar su calma. Desde la madurez y serenidad de Xiao Yan hasta su actitud impasible, fue extremadamente sencillo que la gente olvidara cuántos años tenía realmente. Por consiguiente, después de que Xiao Yan dijo su edad, Jia Lie Ao recordó que el joven ante él solo tenía quince.
Rechinando sus dientes, Jia Lie Ao miró a los guardias lascivos detrás de Xiao Yan y se dio cuenta de que no tenía ninguna posibilidad de responder hoy. Solo pudo sacudir su cabeza y decir fríamente.
—Un año más y realizarás el ritual de adultez, ¿cierto? Jeje, creo que alguien tan lisiado como tú, una vez que acabes el ritual de adultez, solo te enviarán a una aldea remota y pobre. En ese momento, ni siquiera tendrás el poder de entrar a la Ciudad Wu Tang; qué lamentable.
Xiao Yan sonrió un poco y encogió sus hombros despreocupadamente.
Los párpados de Jia Lie Ao titilaron. No sabía por qué, pero siempre que veía el rostro tranquilo del joven ante él, una misteriosa ira emergía en su interior. «Solo eres un lisiado y tratas de actuar como si lo supieras todo…»
Suprimiendo su enfado a la fuerza, Jia Lie Ao soltó un frío hmph y les ordenó a sus lacayos que salieran de la multitud con un movimiento de su mano.
—Oh, cierto…
Deteniendo sus pasos, Jia Lie Ao pareció haber recordado algo y volteó, diciendo.
—Joven maestro Xiao Yan, escuché que el clan Xiao anuló su matrimonio con el clan Nalan. Jeje, eso no es inesperado en realidad. Con tu talento con el Qi, no puedes compararte con la señorita Nalan. Jaja…
Tras decir eso, Jia Lie Ao se marchó riendo.
La mirada de Xiao Yan siguió fríamente la salida de Jia Lie Ao. Sujetando firmemente a Xun Er que estaba a punto de salir corriendo, dijo tranquilamente.
—Solo es un perro loco. Si te muerde, ¿por qué debes morderlo?
—Pero él… fue demasiado lejos. No podemos dejar que se vaya así.
Frunciendo sus cejas, Xun Er respondió indignadamente.
—Siempre habrá una oportunidad…
Xiao Yan sonrió y la genialidad que provino de su voz hizo temblar a Pei En. La mordida de un león no sería tan aterradora, pero un león que conoce la paciencia era otra historia, una aterradora…
—Tío Pei En, lamento haberte molestado.
Xiao Yan volteó y sonrió gentilmente hacia el grupo de Pei En. El ambiente anteriormente tenso cambió a uno despreocupado de repente.
Impresionado por el dominio de las emociones que Xiao Yan ejerció, la sonrisa de Pei En fue reforzada por una sensación de respeto. Incluso con la falta de talento de Xiao Yan, sus hazañas futuras probablemente no serían muy harapientas con su proeza mental.
—Jaja, el tercer joven maestro está bromeando. Este es el territorio del clan Xiao, no podemos permitir que el clan Jia Lie haga lo que le plazca aquí.
Pei En sonrió y, viendo que Xiao Yan empezó a mirar los alrededores, partió rápidamente con sus hombres.
Mirando la partida de Pei En y su grupo, Xiao Yan volteó y alborotó el cabello de Xun Er y dijo con un poco de energía.
—¿Un núcleo de monstruo nivel 1 te hizo olvidar tu moral? Sabes tan bien como yo qué clase de persona es Jia Lie Ao. En el momento en que coges sus cosas, él pediría favores definitivamente.
Arreglando su cabello, Xun Er juntó sus manos hacia arriba.
—Quería dármelo, era gratis.
Xiao Yan giró sus ojos y no supo si reír o llorar.
—No es como si fuera algo preciado, ¿realmente tenías que actuar así? No lo olvides, eres la joven genio del clan Xiao…
Xun Er arrugó su nariz y levantó el brazalete de su muñeca. Ella lo provocó.
—Así que Xiao Yan-gege también ha estado notando a Xun Er.
Xiao Yan guardó silencio y caminaron hacia los puestos del mercado mientras él halaba la mano de Xun Er.
Tras pasar por unos cuantos puestos, los pies de Xiao Yan se detuvieron finalmente. Se agachó y miró un orbe verde que aún tenía un rastro de sangre en un puesto y dijo.
—Finalmente, lo he encontrado.
Moviendo su mano por el puesto, Xiao Yan estuvo a punto de sujetar el núcleo de monstruo cuando su mano se tensó. Un extraño presentimiento llegó a su mente…
Lamiendo sus labios, Xiao Yan siguió levantando el núcleo de monstruo, pero su mirada pasó por todo el puesto como si fuera por accidente…
Momentos después, su mirada se fijó en un pedazo de metal negro que estaba al lado del núcleo del monstruo.
El pedazo de metal negro parecía extremadamente antiguo con muchas manchas de óxido e incluso un par de puntos de polvo. Lucía como si lo hubieran excavado recientemente…
—Oye, mocoso Yan, compra el pedazo de metal negro, es algo bueno…
Justo cuando Xiao Yan estaba confundido por el por qué sintió una sensación tan fuerte hacia el metal aparentemente inservible, la voz de Yao Lao resonó en su mente.