Las cenizas negras descendieron lentamente del cielo antes de formar una capa negra que cubría la superficie del suelo. Esa escena inusual provocó un escalofrío en el corazón de todos. Nadie sabía lo que había ocurrido. Incluso con la fuerza de Xia Mang, solo pudo ver mientras muchas serpientes venenosas se volvían cenizas repentinamente. Incluso era completamente ignorante de la razón para el cambio repentino.
Un extraño silencio cubrió la quebrada. Un incontable número de serpientes venenosas en ambos lados de la quebrada parecieron haber sentido una inquietud. Sus cuerpos estaban tensos mientras un siseo irritable era emitido repetidamente por sus bocas, haciendo que la atmósfera dentro del valle se tornara mucho más oscura y fría que antes.
El grupo de Han Chong se miró entre sí. Retrocedieron lentamente hacia la caravana y protegieron a Han Xue en el centro. Sus ojos alertas estaban fijados en Xia Mang en el cielo.
