Dos figuras humanas en ese lugar estaban destellando entre sí como fantasmas. Aterradoras corrientes de energía sacudían el espacio hasta que comenzaba a distorsionarse. Ni un solo experto de ambos bandos se atrevía a entrar en esa batalla. Eso era porque todos sabían que en una batalla entre Dou Zong de élite ni siquiera un Dou Huang tendría la fuerza suficiente para intervenir.
—¿Cómo está Cai Lin-jie?
Una pequeña figura adorable destelló al lado de Xiao Yan. Los ojos de Zi Yan estudiaron el campo de batalla mientras ella sentía la aterradora corriente de energía que se propagaba. Una solemnidad apareció en su pequeño rostro cuando habló.