El hombre que apareció en el campo de batalla tenía un cuerpo alto y grande que no era muy diferente al cuerpo de simio de Yan Hao. Vestía un atuendo chino, y tenía un rostro firme. Sus cejas eran bastante densas, y en su espalda llevaba una pesada lanza negra que era tan alta como él. Esa lanza larga negra era más larga que cualquier lanza que Xiao Yan hubiese visto antes. Esa lanza también transmitía una aguda aura tirana, igual que su dueño.
El personaje principal de la arena pareció haber cambiado a esa persona en el momento en que apareció. Esa clase de aura aguda era algo que nadie se atrevía a subestimar sin importar dónde fuera colocada.
La primera impresión que daba el hombre frente a Xiao Yan se podía describir en una palabra: ¡tirana!