Al escuchar las palabras de Lucien, los caballeros se contuvieron, pero las dos damas presentes no pudieron contener la risa. ¡El Señor Evans tuvo que pagar por su rugido!
El artículo de Levski introdujo un nuevo sistema de geometría e incluyó muchas propuestas. La longitud del artículo excedía la de un periódico ordinario y era casi equivalente a un libro. A pesar de que Lucien se saltó muchas partes cuando dio la conferencia, aún le dolía la garganta, a pesar de que también era un caballero.
La respuesta de Lucien hizo gracia al resto de los miembros de la junta, y además sanó algo sus mentes después del intenso rugido. Durante el discurso de Lucien, se sorprendieron tanto por la forma imponente y el violento rugido de Lucien que inconscientemente asumieron que él era otro Señor de la Tormenta, a quien nunca le molestaría tanto rugido. Ahora que el problema había sido resuelto, empezaron a sentir que Lucien era bastante apacible.
