Lucien nunca pensó que Sturk había estado en tal caos durante los últimos dos meses. Obviamente, había otro obstáculo inesperado justo al frente, impidiéndole avanzar y dirigirse a su mundo soñado. Sin embargo, él nunca ha sido alguien que se rinda fácilmente. En aquel punto, se encontraba solamente a un estrecho de distancia del congreso, y nada lo podría detener.
—¿Cómo sabe que él era el que traicionó a su gente? —Preguntó Lucien con tranquilidad—. ¿Cuál es su nombre?
Si no tenía más opción que ser usado como una herramienta por el intermediario, necesitaría tener todo claro primero.