Lucien no fue directamente al mercado después de irse. En su lugar, regresó a casa para recoger su báculo de madera y comenzó a practicar habilidades básicas de lucha como de costumbre. Como el espíritu de Lucien no era lo suficientemente fuerte, ser físicamente fuerte también era muy importante.
Además, cuanto más poderosa fuera la persona, más probabilidades tendría de conseguir una mejoría con la Poción Llanto del Alma.
Una hora después, en el mercado.
Habían pasado cinco días desde que Lucien vino aquí por última vez. El área del mercado estaba ocupada como de costumbre. Los humanos y otros tipos de criaturas humanoides caminaban y negociaban. Las diferentes tiendas y comercios eran como setas de colores en el bosque.
Lucien era muy cauteloso cuando recorría las calles. Los gánsteres, con toda probabilidad, se vengarían de él. Pero Lucien estaba bastante seguro de que con su buena percepción se daría cuenta si alguien intentaba atacarlo.
Sin embargo, hasta que terminó de comprar los materiales y ya estaba listo para irse, ni siquiera un solo gánster vino a molestarlo. De hecho, el número de pandilleros eran mucho más pequeños de lo normal. Solían estar en grupos de dos o tres, pero hoy en día la mayoría de ellos andaban solos. Lucien estaba bastante confundido.
Sin importar lo que pasara, Lucien todavía tenía que tener cuidado y tratar de dominar todos los hechizos de aprendiz lo antes posible. Aunque estos hechizos no eran muy poderosos, Lucien creía que ya eran suficientes para lidiar con un grupo de pandilleros armados con dagas.
A Lucien le llevó más de tres horas comprar solo estos tres materiales. Preocupado porque sus compras pudieran generar sospechas, se mostró muy cauteloso y decidió no comprar nada que no fuera usado para tareas corrientes.
Compró algo de azufre, que fue muy útil para la desinfestación en el Mes del Fuego; Estrella de la Noche, un tipo de planta que podría estimular la calidad del sueño; y Piedra de Hielo, que podría usarse para mantener las cosas frescas.
En cuanto a los materiales que pueden encontrarse fuera de la ciudad, Lucien no los compraría ni por asomo.
Las compras costaron a Lucien un Nar y veinte Fells, lo que supuso un gasto de la mitad de sus ahorros, pero lo que compró era suficiente para unos cien experimentos. Entre ellos, el más caro era el de la Estrella de la Noche, seguido de la Piedra de Hielo, aunque el azufre era el más barato, como se esperaba.
Lucien suspiró: «Será mejor que tenga cuidado con estos experimentos... La verdad es que no puedo permitirme desperdiciar ningún material.»
…
Hechizos como Salpicadura Ácida y Rayos Congelantes arruinarían el hogar de Lucien con toda seguridad. Y tenía miedo de que alguien lo notara durante el día. Así que decidió buscar un nuevo lugar para practicar, las alcantarillas.
A las dos de la tarde, Lucien comenzó sus estudios a tiempo en la casa de Victor.
Una hora después, la clase había terminado. Después de que Renee, Colin y Annie se marcharan, Victor preguntó en voz baja.
—Lucien, ¿tienes trabajo ahora?
Solo quedaban cuatro estudiantes en la sala de estar: Lott, Felicia, Herodotus y Lucien.
Agitando la cabeza, Lucien respondió con un claro abatimiento.
—No, señor… Perdí mi trabajo por alguna razón. Estoy… Estoy buscando uno nuevo.
Para Lucien era embarazoso admitirlo, pero también estaba un poco emocionado. ¿El señor Victor tiene una oferta de trabajo?
—Estudiar aquí desde las dos hasta la seis de la tarde todos los días puede ser un poco exigente para ti. Sé que tienes mantenerte por tu cuenta. Incluso si estudias gratis, supongo que tienes ante ti un gran desafío relacionado con tus gastos —Victor trató de elegir cautelosamente sus palabras para evitar hundir la autoestima de Lucien. Le preguntó a Colin y Renee antes, por lo que sabía que un tipo pobre como Lucien tenía que trabajar al menos diez horas al día para mantenerse a sí mismo—. Conozco un trabajo relativamente sencillo. Trabajas cuatro horas cada mañana y obtienes diez Nars al mes. ¿Qué opinas?
Lucien se sintió muy conmovido ante tal gentil oferta. Aunque ya había pasado por muchas dificultades y penalidades antes, Lucien sentía que era tan afortunado de tener a tanta gente amable que lo ayudaba como el tío Joel, la tía Alisa y el señor Victor.
—Sí… Claro. Eso es increíble. Es muy amable por su parte.
—Ni siquiera sabes todavía qué clase de trabajo es —Victor sonrió—. Es un trabajo en la biblioteca. Andan cortos de personal. Otra de las bondades es que cuando trabajas allí, puedes tener acceso a muchos libros relacionados con la música o la teoría. Creo que será muy útil.
Sin estar seguro del talento musical de Lucien, Victor quería que fuera un músico de nivel básico primero para apoyarse a sí mismo. Entonces Lucien podría avanzar al siguiente paso si realmente nació para eso.
Esa fue otra sorpresa para Lucien. Nunca pensó que podría tener la oportunidad de trabajar en una biblioteca. Estaba tan emocionado y feliz que lo único que podía hacer era darle las "gracias" a Victor muchas veces.
Victor fue la única razón por la que Lucien pudo conseguir este trabajo. La gente de la asociación sabía que este trabajo era principalmente para el estudiante del señor Victor. Lucien estuvo trabajando como un perro todo el día por solo tres Nars al mes. Ahora, Lucien podría trabajar por un salario similar al que un ciudadano común podría ganar cada mes. Esa fue otra razón por la que tantas personas querían ser estudiantes de música del señor Victor.
—¡Genial! —Victor aplaudió con alegría—, esta tarde me voy a llevar a Lott, Felicia y a Herodotus a la asociación para el ensayo. Puedes venir con nosotros y firmar el contrato, entonces podrás comenzar a trabajar mañana.
Cuando Victor subió las escaleras para encontrar algo de su trabajo musical, Lott se acercó y sonrió a Lucien.
—Hola, Lucien. Soy Lott, Lott Griffith. No hemos hablado entre nosotros antes. Estoy aquí para decir que el señor Victor es un gran, gran profesor y una persona muy amable también. Espero que no le falles como estudiante de música.
Lott estaba bastante disgustado con este recién llegado, quien de repente se convirtió en uno de los estudiantes de música de Victor. A sus ojos, no había posición alguna en el mundo de la música para un niño pobre, sin educación e ignorante como Lucien. Como noble de la familia Griffith, se sentía avergonzado de estudiar con los pobres.
Pero por las palabras del señor Victor, Lott descubrió que esperaba que Lucien fuera primero un músico común, no un maestro de la música. Por lo tanto, su enfado y su descontento se convirtieron en la arrogancia y el orgullo propios del noble, mirando al pobre y miserable tipejo que estaba frente a él.
«El señor Victor debe estar contento, así que estoy dispuesto a aceptarlo,» pensó Lott para sí mismo. Siempre trató de dar una buena impresión a Victor para así convertirse en su alumno más destacado.
Lucien no estaba muy interesado en las intenciones de Lott, ya que sabía que tenía un camino diferente por recorrer: la magia. Solo respondió, de forma cortés:
—No lo haré. Gracias, Lott. Soy Lucien Evans.
—Soy Felicia Hayne —cortés pero también con frialdad, la chica pelirroja saludó a Lucien con la cabeza. Ella no creía que Lucien conseguiría algo en la música. Además, no podía permitirse estar demasiado cerca de un muchacho pobre. Era malo para su reputación.
Y Herodotus, a quien siempre le disgustaba Lucien, hizo también una presentación escueta, como Felicia.
…
El salón de la Asociación de Músicos.
Al pisar la gruesa y suave alfombra, Lucien siguió al señor Victor hasta el mostrador de recepción, mientras los otros estudiantes practicaban en el piso de arriba.
—Buenas tardes, señor Victor —la hermosa muchacha, Elena, se inclinó un poco y le saludó.
—Buenas tardes, Elena —Victor siempre era amable con todo el mundo—. Este es Lucien, mi nuevo estudiante de música. A partir de mañana trabajará en la biblioteca. ¿Puedes ayudarlo a firmar el contrato y entregárselo al señor Hank más tarde?
Ella asintió y sacó el contrato ya preparado y una pluma. Cuando le estaba pasando el contrato a Lucien, sus ojos verdes se abrieron sorprendidos.
—¡Lucien! ¡Eres tú! ¡No me extrañó que haya pensado que me era un nombre familiar!
No podía creer lo que estaba viendo. Hace más de una semana, Lucien, el chico de los barrios pobres, estaba hurgando en la basura de la asociación. ¡Hoy estaba plantado aquí como el estudiante de música del señor Victor! ¡Qué locura!
—Hola, Elena. Encantado de verte otra vez —Lucien tomó el contrato y comenzó a leerlo. Aún no era muy bueno leyendo, por eso le llevó un buen rato entender algunas de las frases del contrato, tiempo durante el cual Elena se lo tomó con calma y se quedó mirando a Lucien con gran curiosidad.
—Puedes poner tu huella dactilar o firma aquí, cualquiera vale —Ella sonrió—. Has cambiado mucho desde la última vez que te vi.
—¿Lucien, la conoces? —Preguntó Victor.
—Usted también estuvo allí en aquel momento, señor Victor...—Elena comenzó a explicárselo. Lucien terminó de leer y escribió su nombre lentamente.
—Ya veo… No es de extrañar que sienta que te he visto antes en algún lugar. Siempre eres perseverante, Lucien. Tendrás éxito si sigues trabajando duro en la música.
—¿Tener éxito en la música? Victor, ¿estás preparado para el concierto? —Una voz aguda vino de detrás de ellos.
Era Wolf, el músico de pelo castaño con una protuberante mandíbula. Lucien aún se acordaba de él.