Mu Xiaoxiao pensó que él estaba actuando extraño. Lo miró suspicazmente y no pudo evitar preguntar: —¿Sobre qué soñabas despierto recién?
―Nada ―Yin Shaojie actuó como si nada pasara, miró a la doctora y preguntó: ―Entonces, ¿Cómo está?
La doctora bajó la blusa de Mu Xiaoxiao y respondió: ―De la primera inspección parece no haber heridas en los órganos internos. De todos modos, como la estudiante está cubierta de polvo, podría haber heridas en otros lugares. Por lo tanto, me gustaría hacer un examen más detallado.
―Sí, hazlo.
Yin Shaojie tosió y se puso de pie. Le dijo a Mu Xiaoxiao: ―Quédate aquí, iré a arreglar algunos asuntos pendientes. Volveré rápido. No te escapes. ¿De acuerdo?
―Está bien ―respondió Mu Xiaoxiao obedientemente.
Yin Shaojie sólo se sintió satisfecho después de escuchar la respuesta. Miró a la doctora y le advirtió: ―Cuídala muy bien.
―Entendido, no se preocupe Joven Maestro Jie ―respondió la doctora.