¡Mierda!
Yin Shaojie maldijo susurrando. Puso sus largos brazos alrededor de Mu Xiaoxiao y la acercó a él. Enojado, le dijo al oído: ⏤¡Demonios! ¡Deja de llorar!
Al ver sus lágrimas, se arrepintió de lo que había dicho antes.
Se molestó al escuchar como ella le decía al resto que no había nada entre ellos. Por esto, pensó en humillarla y hacerle probar su propia medicina.
Quién diría que la desgraciada jugaría sucio, poniéndose a llorar pillándolo con la guardia baja. Sus acciones lo confundieron.
Mu Xiaoxiao apoyó su cabeza en su pecho y sollozó suavemente. ⏤Jie… Estuve mal. No debí haber dicho esas cosas… buah. No te enojes. Lo siento…
⏤¡Está bien! No me enojaré. Te perdono. ¿Está bien? Deja de llorar ⏤Yin Shaojie no pudo evitar decirlo amablemente. Con la gran palma de su mano le sujetó la cabeza para calmarla.
Mu Xiaoxiao sollozó y dejó de llorar.