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A juzgar por la luz tenue y el sonido de golpes, Feng Shengyang suponía que estaba usando una piedra para romper la ventana.
Pero también era bastante tonta. Los coches deportivos de lujo no sólo tenían un alto rendimiento y diseños geniales, sino que también eran muy resistentes. Si otros coches cayeran por la montaña y golpearan algo, probablemente serían destrozados y habría pocas posibilidades de sobrevivir para cualquiera que estuviera dentro.
Pero sus coches eran diferentes. La robustez de cada componente era la mejor.
Romper la ventana no sería tarea fácil. Además, era una chica. Sería un milagro si la rompiera considerando su fuerza.
Feng Shengyang quería enderezarse, pero estaba muy mareado. Todo parecía estar girando. Sospechó que podría tener una conmoción cerebral.
Además, su brazo izquierdo le dolía mucho y no podía levantarlo.
Así que sólo se apoyó en el airbag y vio cada movimiento de Mu Xiaoxiao.
