Mientras Han Yun'er hablaba, estiró su mano para agarrarse del brazo de Mu Xiaoxiao, haciendo el ademán de tomarla.
—¿Quién eres tú? —Mu Xiaoxiao la miró confundida, intentando descifrar su rostro. Su delicado rostro se acercó, casi tocando el de Han Yun'er.
Al oler el perfume de Han Yun'er, arrugó la nariz y la apartó con asco. —¡Apestas! ¡Aléjate de mí!
El rostro de Han Yun'er se volvió sombrío. —¡Esta zorra tiene el descaro de decir que apesto!
Sintió un gran impulso de abofetear a Mu Xiaoxiao en el rostro. Pero con tantos espectadores, no podía hacerlo. No tuvo más remedio que mantener sus sonrisas forzadas.
—Soy yo, Yun'er. Estás borracha. Déjame llevarte a descansar arriba, ¿de acuerdo?
Al ver la cara roja y mareada de Mu Xiaoxiao, que acentuaba su encanto, Han Yun'er se tornó más resentida. Pensó en llevarla a la habitación vacía, donde podría aprovechar la oportunidad para darle unas cuantas bofetadas.