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—¡Sólo tengo ganas de comer esto! ¿No dijiste que puedo comer lo que quiera? ¡Date prisa y cómprame esto! —Mu Xiaoxiao lo ordenó por costumbre. Después de hacerle comprarlo para ella, señaló el postre al otro lado, haciéndole comprar eso también.
En pocos minutos, sus manos se llenaron de comida. Comió mientras continuaban caminando entre la multitud.
Aparentemente, con el encanto de todas esas delicias, se había olvidado de que todavía había gente esperándolos.
Yin Shaojie echó un vistazo a la bolsa en su mano. —Hay mucho. Ya debería ser suficiente para ti, ¿verdad? No es bueno comer tanto a altas horas de la noche.
Al ver sus mejillas hinchadas, que eran como las de un hámster, pensó que era muy linda y divertida.
Yin Shaojie quería limpiarle la boca, pero ya no tenía pañuelos. Mirando a su alrededor, no había una tienda de conveniencia donde pudieran obtenerlas, por lo que tomó su mano para regresar.
