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Cuando se trataba de apuestas, Mu Xiaoxiao se emocionaba.
—Probablemente lo descubriremos cuando lleguemos allí. —Yin Shaojie tomó su mano cuando los dos caminaron hacia la entrada, se colocaron sus zapatos y salieron.
Yin Shaojie tomó un Bugatti plateado y se alejó del condominio.
En el camino, Mu Xiaoxiao le hizo abrir el techo del descapotable. Fue realmente como dar un paseo tranquilo, disfrutar de la brisa nocturna mientras se dirigían sin prisa al monte Akima
Sin embargo, Yin Shaojie cambió repentinamente de dirección a mitad de camino.
Mu Xiaoxiao lo miró perpleja. —¿Qué pasa? ¿No vamos en esa dirección?
Yin Shaojie se echó a reír. —Iremos a comprar algo. Nos dirigiremos allí después, no hay prisa.
—¿Qué vamos a comprar? —Mu Xiaoxiao estaba perpleja. Luego vio cómo daba vuelta en una calle de mercado nocturno.
