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—¡Ve a por él! —Mu Xiaoxiao agitó su puño para animarlo.
Los ojos de Yin Shaojie crecieron con deleite.
Su comportamiento era indicativo de que Feng Shengyang no era nadie para ella, a lo sumo un breve conocido
Afortunadamente, esta chica era leal y no engañaba fácilmente con otros chicos.
Sin embargo, dado lo descuidada que había sido para sacarla tan fácilmente de la escuela, tenía que darle una paliza cuando regresaran a casa.
Al ver su interacción, Feng Shengyang sintió espinas en sus ojos.
No quería seguir viéndolos, así que dijo: —Joven Maestro Jie, ¿comenzamos? No puedo esperar para empezar.
Yin Shaojie se acercó y tomó un taco. Luego le sonrió y dijo: —Antes de comenzar, ¿no deberíamos discutir las apuestas?
