Yin Shaojie ya estaba acostumbrado a que su madre se inclinara hacia Xiaoxiao. Había sido el caso desde que era pequeño. Cada vez que algo le sucedía a Xiaoxiao, él era el responsable.
Sin embargo, también estaba muy contento de ver a Xiaoxiao ser mimada por los ancianos.
—Ya comimos el desayuno. —respondió.
Mamá Yin dijo: —¿Cómo puede ser mejor la comida que pediste desde afuera que la comida cocinada en casa? Haré que alguien hierva un poco de sopa para que Xiaoxiao la tome. Ya te he dicho que regreses a casa para vivir donde la gente pueda cuidarte para que no tengas que comer fuera todos los días. Eso es muy poco saludable.
Yin Shaojie no sabía si reír o llorar, pero ahora tampoco era un buen momento para refutar a su madre.
Por suerte, el doctor llegó muy pronto. Después de examinar a Mu Xiaoxiao, dijo que era un resfriado severo y que era mejor que la pusieran un goteo intravenoso.
