Mu Xiaoxiao se acurrucó en su pecho como si quisiera meterse adentro.
Yin Shaojie notó que sus labios estaban secos. Acababa de tomar agua y se habían secado tan rápido. Volvió a tomar el vaso y le indicó que bebiera una vez más.
Han Qiqing también había estado enferma antes y sabía lo incómodo que era. Le dijo a Yin Shaojie apresuradamente: —Deberías llevarla al hospital. Debería mejorar pronto una vez que la coloquen en un goteo.
—No quiero que me coloquen en un goteo...
Yin Shaojie los miró y respondió: —No iremos al hospital. La llevaré a casa y haré que el médico de familia la vea.
A nadie le gustaba el olor del hospital. Además, para una enfermedad menor como un resfriado, no había diferencia en que un médico de familia viniera a examinarla.
—Date prisa y llévala de vuelta entonces.
Yin Shaojie volvió la cabeza hacia un lado y miró a Mu Xiaoxiao.
—¿Todavía puedes caminar? —preguntó.