—¿Por qué? —Mu Xiaoxiao se enojó y le golpeó la espalda fuerte con el puño mientras reclamaba.
Yin Shaojie le respondió distante: —No quiero andar con una carga para todos lados. Además, eres muy tímida. ¿Cuál es el punto en llevarte? No vendrás. Se buena y quédate en casa. Ve televisión o juega con tu teléfono.
—¡No quiero hacerlo! —Mu Xiaoxiao hizo un puchero. Agarró su brazo y lo meció hacia los lados. Actuando como una niña malcriada, dijo—: Quiero ir. Llévame, ¿Me llevarás? ¿Me llevarás?
Yin Shaojie se le quedó mirando, como si pareciera que estaba realmente considerando llevarla. De pronto dijo lentamente: —Puedo llevarte, pero …
—¡Está bien entonces! Ya sé, te dejaré usar la mitad de la habitación. ¿Te parece bien? —Mu Xiaoxiao puso sus términos sobre la mesa rápidamente.
Yin Shaojie sonrió, luciendo satisfecho. —¡Así está mucho mejor!
Mu Xiaoxiao resopló porque sabía que él trataría de recuperar los derechos de usar la habitación.
