Ye Sijue escuchó el grito de Mo Xiaomeng, seguido por la voz de Mu Xiaoxiao y Han Qiqing al mismo tiempo.
—¡Xiaomeng!
Pensando que algo les sucedió, los tres muchachos se aproximaron.
Resultó que Mo Xiaomeng sólo cayó al agua. Era un valle y el agua era muy poco profunda, sólo hasta los tobillos. Incluso si se sentaran, no podrían ahogarse.
Ye Sijue frunció el ceño mientras miraba como la ropa que llevaba Mo Xiaomeng poco a poco comenzaron a ser transparentes.
Rápidamente se quitó la chaqueta y se la puso.
Mu Xiaoxiao dijo: —Xiaomeng, tu ropa está toda mojada. Ve a la carpa y cámbiate rápidamente para no resfriarte.
Era otoño y la brisa era fresca por la noche.
Cuando la voz de Mu Xiaoxiao se desvaneció, Ye Sijue ya se había inclinado y había levantado a Mo Xiaomeng por la cintura.
La cara de Mo Xiaomeng se sonrojó ligeramente. —Puedo caminar.
