Mu Xiaoxiao estaba protegiendo ansiosamente sus senos con una mano y tratando de alejarlo con su codo.
—¡Yin Shaojie! ¿Qué estás haciendo? ¡Deja de estar haciendo idioteces!
Sin embargo, cuanto más trataba de detenerlo, más sucio se ponía. Incluso trató de... apretarla.
«¡Éste idiota!»
Las orejas de Mu Xiaoxiao estaban tan rojas que podían comenzar a sangrar. La sensación indescriptible en sus senos parecía atravesarla como una corriente eléctrica. Era tan insoportable y, sin embargo, tan placentero al mismo tiempo.
Era muy extraño. Cuando la tocó por primera vez, fue una sensación incómoda. Pero ahora era diferente. Con la forma en que la estaba tocando, lo que sentía ya no era incomodidad, sino... una sensación de calor e hinchazón dentro de su pecho.
Al ver que estaba tratando de levantarse, ¿cómo podría Yin Shaojie simplemente dejarla? Luego, sólo se colocó encima de ella, su gran cuerpo le impidió levantarse.