Mu Xiaoxiao entendió entonces. Ella sacudió la cabeza hacia él, impotente, antes de desenroscar la tapa y ofrecerle la botella. —¿Cómo está esto, entonces? ¡Eres tan vago!
Sin embargo, Yin Shaojie no tomó la botella. En cambio, se sentó a su lado y bebió de su mano para que ella pudiera darle el agua.
A pesar de que Mu Xiaoxiao lo miró con disgusto, ella todavía le dio el agua.
Al ver su muestra de intimidad, la multitud quedó estupefacta. Los asientos de espectadores estaban en silencio, como si no hubiera nadie allí.
Yin Shaojie terminó la mitad de la botella antes de tomar su mano y alejarla.
Él echó un vistazo a su mano antes de verter el resto del agua en ella y limpiar la suciedad que tenía.
—¿Por qué está tan sucia tu mano? ¿Qué tocaste justo ahora?
