Esas chicas no moderaron sus palabras en absoluto. An Zhixin ni siquiera estaba lejos. ¿Cómo es posible que no las haya oído?
Se puso de pie, fingiendo que estaba bien y continuó corriendo. Pero las lágrimas ya estaban en sus ojos.
An Zhixin recordó el primer día cuando llegó a Shangde. Fue tan glamoroso, que los estudiantes hicieron todo tipo de cosas para agradarle. Pero sólo después de unos días, ¿terminaba así?
«¿Que no fuera una señorita rica significaba ser molestada por gente como ustedes?»
«¡Deseaba ser una verdadera señorita rica!»
Sin embargo, incluso en ese momento, An Zhixin no tenía el más mínimo deseo de rendirse.
Aunque parecía tan fuera de lugar, no quería dejar ese lugar al que todas las chicas soñaban venir.
«¡Éste era Shangde!»
«¡Era la secundaria más famosa de la élite!»
Después de experimentar la alta gama, elegancia y la clase de éste lugar, An Zhixin estaba aún más reacia a volver a su vida anterior.
