No le estaba pidiendo que cocinara para ella todos los días, pero de vez en cuando debería estar bien, ¿verdad?
Yin Shaojie no pudo rechazarla, por supuesto. Sin embargo, lo pensó por un rato y contestó: —No me importa en absoluto, pero tengo una sugerencia. ¿Quieres oírla?
—¿Cuál es tu sugerencia? —Mu Xiaoxiao levantó la cabeza, perpleja.
Los ojos de Yin Shaojie sonreían. —Vamos a cocinar juntos la próxima vez, ¿qué tal eso? Podemos hacerlo un fin de semana.
Los ojos de Mu Xiaoxiao se iluminaron y asintió con la cabeza. —¡Claro! Hagámoslo éste fin de semana, entonces. Podemos invitar a Xiaomeng y al resto a comer con nosotros también, mientras los dos cocinamos. ¿Cómo suena?
Yin Shaojie se sentía un poco sombrío. Quería que tuvieran tiempo a solas y no quería dos acompañantes extra.
«¿Esta chica no sabe leer el ambiente?»