Al escuchar su respuesta, Mu Xiaoxiao de alguna manera recordó el momento en que Han Qiqing le hizo la misma pregunta. ¿Tenía la misma expresión que entonces?
—Deberías tener cuidado entonces. Debo recordarte que todos los hombres son lobos hambrientos. Tienes que tener cuidado con él. No dejes que te coma, ¿entiendes?
«Si Mo Xiaomeng realmente...»
Mu Xiaoxiao pensó en William. ¡Si William se enteraba, definitivamente volaría inmediatamente para matar a Ye Sijue y destrozarlo!
Sus palabras le recordaban a Mo Xiaomeng el romance íntimo que tuvo con Ye Sijue y su rostro enrojeció.
Mo Xiaomeng asintió con la cabeza: —Bien, lo haré.
Mu Xiaoxiao le dijo estrictamente: —No debes decirle a tu hermano sobre éste asunto, ¿de acuerdo?
—Por supuesto, no soy estúpida. —Moo Xiaomeng le sacó la lengua con ternura. De repente se acordó de algo— ¡Oh, sí, Xiaoxiao! Tengo algo con lo que necesito tu ayuda. Es esta cosa.
