—La leyenda de la rueda de la fortuna es que, cuando la cabina alcanza el punto más alto, si la pareja confiesa su amor y se besan, estarán juntos para siempre.
«Y nunca serán separados»
Aunque Mu Xiaoxiao sabía que la leyenda era muy infantil, mientras pensara que incluso existía la remota posibilidad de que pudiera estar con él para siempre debido a éste deseo, estaba dispuesta a ser infantil por una vez.
Yin Shaojie miró su sonrisa tonta y su corazón palpitó débilmente.
¿Así que quería pasar con él el resto de su vida?
Mu Xiaoxiao miró su expresión contemplativa y preguntó: —Ya no estás enojado, ¿verdad?
Yin Shaojie apoyó la barbilla sobre su hombro, arqueando la comisura de su boca y deliberadamente dijo: —Todavía estoy bastante enojado.
Mu Xiaoxiao hizo un puchero y dijo con tristeza: —¿Por qué sigues enojado? Ya ni siquiera estoy enojada desde la última vez que me engañaste.
—¿Realmente no estás enojada hora? —preguntó.
