Con la sola idea de que se separaran, de que se enamorara de otras chicas y nunca más fuera íntimo con ella, Mu Xiaoxiao sintió que apenas podía respirar.
No podía imaginar esa escena, ya que sentía que se volvería loca.
En ese momento, sintió claramente que no podía perder a Yin Shaojie. Si llegase a perderlo, ¿adónde iría y encontraría a alguien que la mimara y la consintiera tanto?
Yin Shaojie la besó en los labios y le dijo solemnemente: —Bien, te escucho.
Al empujarlo, los ojos de Mu Xiaoxiao estaban llorosos y se veía tímida mientras decía: —Bueno... sobre esa cosa... permíteme prepararme primero...
Yin Shaojie la miró fijamente por un momento. Le tomó un segundo reaccionar y entender lo que quería decir acerca de hacer los preparativos.
Su rostro reflejó alegría.
No pudo evitar besarla de nuevo.
Pero Mu Xiaoxiao empujó tímidamente su pecho. —Bien, entonces sigue duchándote. ¡Voy a salir!