Entre la multitud, el rostro de alguien palideció al instante.
Mu Xiaoxiao tiró de la mano de Han Qiqing e hizo que se sentara.
—Muy bien, hablaremos de esto después de la competencia.
Ella también estaba enfadada, por supuesto.
Cualquiera lo estaría si fuera el tema de la trama de otra persona.
Sin embargo, Mu Xiaoxiao no quería obstaculizar el rendimiento y empañar la reputación de Shangde.
Sólo entonces, Han Qiqing miró hacia otro lado. Sin embargo, dijo indignada: —¡Esas chicas son demasiado! Xiaoxiao, ¿viste lo que la persona lanzó? ¡Echa un vistazo por ti misma!
Mu Xiaoxiao miró en la dirección hacia donde estaba apuntando. Hizo una pausa.
¡Era un banco de energía!
El corazón de Mu Xiaoxiao se enfrió.
Si eso la hubiese golpeado la cabeza entonces... ¡No sabía lo que podría haberle pasado!
