No tenía absolutamente nada de miedo de Mu Xiaoxiao si su pelea se atenía a los insultos.
—No quiero reprenderte —Mu Xiaoxiao rio sombríamente— ¡Sino que pegarte!
Después de que dijera lo último entre dientes apretados, Mu Xiaoxiao tiró de su cuello violentamente y le dio una cachetada en la cara.
*Plaf*
La cachetada sonó nítidamente. Mu Xiaoxiao nunca había escuchado un sonido más hermoso que ese.
¡Esto era mucho más agradable que cualquier música que haya escuchado!
La cara de Betty se ganó una marca roja de mano. Sus ojos se ensancharon mientras se tocaba la mejilla con incredulidad.
—T-tú... ¡Perra! ¡¿Cómo te atreves a pegarme?!
—¡Te puedo pegar cuando se me dé la gana! —Mu Xiaoxiao rio tiránicamente. La empujó al suelo y la miró desde su posición—. Déjame decirte esto. Me puedes reprender todo lo que quieras, pero ¡NUNCA insultes a mi país! Si no, ¡te abofetearé hasta que quedes desfigurada! ¿Entendiste? —le advirtió.