Chereads / Un sinfín de mimos solo para ti / Chapter 37 - Capítulo 37 – Te reto a dejarme aquí

Chapter 37 - Capítulo 37 – Te reto a dejarme aquí

—¡Ey! ¡Me diste un gran susto!

Ella no pensó que vería una cara justo frente a ella, y como no estaba mentalmente preparada, fue un gran susto.

El hermoso rostro de Yin Shaojie estaba a sólo unos centímetros del de ella, levantando una ceja mientras la miraba.

Mu Xiaoxiao despertó inmediatamente. Sus oscuros ojos vagaron un poco y se fijaron en el rostro de Yin Shaojie, que estaba muy cerca, y dijo: —¿Te acercaste a mí? Incluso anoche tú me advertiste que no hiciera eso y, aun así, ¿me lo haces tú a mí? Eres un mujeriego desagradable, seguro quieres hacerme algo…

Le pegó en el pecho como si fuera a romperlo.

En un movimiento rápido, Yin Shaojie le agarró el dedo y la miró estrechando los ojos. —Ahora mira con cuidado, ¡esta es mi parte de la cama! ¡Tú fuiste quien invadió mi privacidad! —respondió francamente.

De todos modos, él no le diría lo que ella había hecho la noche anterior en la mitad de su sueño, por supuesto que no.

Mu Xiaoxiao se detuvo. Fue sólo en ese momento que miró a la cama y vio que la mitad estaba sin desarmar y que los dos estaban apretados en el lado de la cama de Shaojie.

Era incluso más indignante, ya que ella lo estaba abrazando como un pulpo.

Analizando la situación, estaba claro quién se había acercado a quién.

—... —Mu Xiaoxiao estaba un poco avergonzada.

Entretenido, Yin Shaojie la miró y pensó en cómo ella admitiría que lo que había pasado era su culpa.

Por suerte, Mu Xiaoxiao era muy audaz y se recuperó rápidamente. Como una orgullosa princesa, hizo sonar su garganta y dijo: —¿A qué te refieres con que éste es tú lado de la cama? No te olvides que la habitación completa es mía y yo sólo te permito usar esta cama 'temporalmente', por lo tanto, sigue siendo mi cama.

Yin Shaojie se quedó sin palabras.

Mu Xiaoxiao estaba encantada con su expresión. —¡Si esto no te hace feliz, puedes dormir en el sillón! Te estoy prestando mi cama y aun así, ¿te atreves a quejarte de mí?

Derrotado, separó sus brazos y dijo: —Está bien, tú ganas.

No se le ocurrió nada que responderle, y no le quedó otra opción más que hacer que aceptar su destino. De todos modos, ¡se juró internamente que volvería a ser el dueño de la habitación!

Con todo dicho, ambos se levantaron, se vistieron y salieron a la escuela.

Juntos, entraron al garaje. Yin Shaojie se sentó en el asiento del conductor, se puso el cinturón de seguridad y se quedó mirando cómo Mu Xiaoxiao tiraba de la manilla de la puerta del auto sin resultados. Ella sólo podía golpear la ventana y gritarle.

—Ey, ¿por qué la puerta del auto no se abre?

Yin Shaojie estrechó sus hermosos ojos almendra y le sonrió. —Éste es mi auto, ¿por qué debería llevarte?

A Mu Xiaioxiao no se le pasó por la cabeza que él le haría algo así. Hizo un puchero y dijo: —¡Yin Shaojie! Si tu no me llevas a la escuela, ¿se supone que debo buscar transporte por mí misma? ¡Cómo te atreves a hacerme esto?

—Dame el derecho a usar la habitación y te llevaré a la escuela todos los días —dijo Yin Shaojie, poniendo sus términos sobre la mesa.

—¡De ninguna manera! ¡No voy a acceder a esto! ¡Déjame acá si te atreves! Te diré qué…

Antes que Mu Xiaoxiao pudiera terminar su regaño, Yin Shaojie encendió el motor y su deslumbrante auto deportivo se alejó de ella.

—¡Yin Shao Jie! —Mu Xiaoxiao pisoteó el piso con furia.

Miró desolada alrededor del garaje. Como aún era temprano, no había nadie más. El espacioso garaje estaba vacío a excepción de algunos autos en desuso. Incluso la brisa que soplaba se sentía oscura y fría.

—Yin Shaojie…¡Idiota! —Sintiéndose herida, se agachó sin esperanza.

Justo en ese momento, escuchó las revoluciones de un motor. El auto deportivo que recién se había ido regresó a su lado.

—Súbete —sonó la agradable voz de Yin Shaojie.