Por otra parte, Yin Shaojie sabía muy bien que éste desgraciado era muy sensible.
Mu Xiaoxiao solamente se atrevía a hacer una escena delante de él, pero ella no era capaz de hacer eso con otros.
Song Shijun bromeó. —¡Oh, nuestro Joven Maestro Jie está sintiendo lástima por ella!
Yin Shaojie estrechó sus ojos y lo miró fijamente a Song Shijun con una mirada demoniaca. Sus ojos oscurecían sus pensamientos.
Song Shijun sintió una extraña frialdad bajando por su espalda y dijo avergonzado. —Bueno, bueno. Deberían dejar de asustar a Xiaoxiao. No nos pasemos.
—¡No es necesario! —Mu Xiaoxiao dijo repentinamente cuando estuvo de pie con ambas manos en sus caderas, mirando a cada uno— ¡Si vamos a jugar, jugaremos para que nuestros corazones estén contentos! ¿Qué es tan aterrador de aceptar que he perdido? Yo nunca ha conocido el miedo.
Los ojos de todos destellaron.
¿Entonces? ¿Debería obedecer la orden y darle el beso francés a Yin Shaojie?
