El guapo rostro de Yin Shaojie se inclinó hacia adelante y le dio un beso en los labios. —Ya llegué, has esperado por bastante rato.
Los pequeños labios de Mu Xiaoxiao formaron un puchero, como si se quejase de lo tarde que llegó.
Yin Shaojie se rio un poco. Estiró sus brazos largos y la sujetó por la cintura.
Mu Xiaoxiao no se despertó, pero apoyó su pequeña cabeza sobre su hombro, con los ojos cerrados. Una vez acomodada en esa posición, se acurrucó en sus brazos y siguió durmiendo.
Él la llevó a la habitación con gentileza.
Las luces de la habitación estaban apagadas y estaba oscuro. Pero Yin Shaojie no las prendió por miedo a despertarla. En su lugar, se guioa tientas por la débil luz del pasillode caminó hacia la cama. Una vez allí, la bajó suavemente, asegurándose de que estuviera bien.