Mu Xiaoxiao se sonrojó por aquella provocación, se revolcaba tratando de bajarse. —¡Bájame! ¡Bájame ahora mismo!
Quién querría divertirse con él, ¡éste idiota sin vergüenza!
Ese idiota, por otro lado, era increíblemente alto. Su cuerpo tenía las proporciones de un modelo y sus piernas eran la mitad de su altura. Si se caía de su pecho, le dolería bastante.
Si no fuera por eso, ya lo habría mordido y él la hubiese soltado.
Ese idiota predijo que ella no se atrevería a hacer tal cosa por miedo a lastimarse, así que se salió con las suyas.
—No quiero. —las largas piernas de Yin Shaojie los acercaron a la cama con rapidez. La acostó en la cama antes de apoyarse sobre ella.
—¡Yin Shaojie! —chilló Mu Xiaoxiao avergonzada. Vio cómo su rostro se acercaba más y más, parecía a punto de besarla.
Yin Shaojie sonrió con maldad y respondió: —Tu esposito está aquí, esposita, ¿en qué posición prefieres hacerlo? Me acomodo muy fácil.