Cuando Mu Xiaoxiao reaccionó, su rostro expresaba vergüenza. Retrocedió y le preguntó: —¿Qué estás tratando de hacer?
El ambiente no parecía apropiado. No podía estar pensando en besarla, ¿no?
A Mu Xiaoxiao le latió el corazón.
Sin embargo, el largo brazo de Yin Shaojie pasó por su lado y le puso el cinturón de seguridad. Burlándose, comentó: —Te iba a ayudar a abrocharte el cinturón. ¿Qué más pensabas que iba a hacer?
Mu Xiaoxiao le empujó el rostro con la mano y resopló: —¡Aléjate! Puedo hacerlo yo misma.
Yin Shaojie volvió a su asiento, sonriendo al verla enojada.
Luego de asegurarse de que se había puesto el cinturón, echó a andar el auto.
Ya era bastante tarde cuando regresaron al condominio.
En el momento que Mu Xiaoxiao entró a la sala de estar, se tiró en el sofá como de costumbre.
—Tengo hambre...