Al escuchar eso, Mu Xiaoxiao rodó los ojos y le dijo: —Entonces ¿tengo que usar una placa con mi identidad como en un desfile alrededor de toda la escuela? —Han Qiqing sonrió avergonzadamente.
—No tienes que ir tan lejos…
—No me gusta eso. —Mu Xiaoxiao suspiró como si no supiera explicarle su forma de pensar a Qiqing.
Cada uno tenía su estilo de vida. A ella le gustaba del modo en que estaba ahora, simple y lleno de alegría, donde la gente alrededor de ella la veía a ella por quien era y no a su estatus.
Justo como en el caso de Yu Zhe, quien la conoció sin saber su estatus, él no se hubiera vuelto su amigo o quizás no se hubiera atrevido a acercársele si hubiera conocido su estatus.
Song Shijun, quien estaba junto a ellas, le encontró razón, diciendo: —Yo creo que Xiaoxiao está bien así. Ella no tiene que revelarles su estatus a todos. ¡Mantener un perfil bajo también es bueno!
Han Qiqing lo miró. ¡Ridículo!
