El chico al que había apartado se le quedó mirando de pies a cabeza.
—¿Otra que lo está buscando para confesarse? Llegas tarde. Otra chica lo llamó y probablemente ahora le estén entregando una carta de amor en algún lado. Regresa mañana, pero recuerda llegar más temprano. Esa chica ya estaba esperando fuera del aula incluso antes de que terminara la clase —le dijo con un aire de entender por completo la situación.
Agitó la mano y se marchó.
Mu Xiaoxiao se quedó petrificada y no supo si reír o llorar. Había querido decir que era amiga de Lu Yichen y no alguien que estaba ahí para hacer una confesión, pero antes de que pudiera explicárselo, el chico había desaparecido.
Se encogió de hombros.
—Parece que no estoy destinada a almorzar con él hoy. Yu Zhe, ¡vayámonos a comer nosotros solos!
Parecía que Yu Zhe ya había hecho una predicción de una situación similar.
—Había oído historias de que las chicas hacían fila para declararle su amor todos los días, pero ahora las creo —dijo.
—Es perfectamente normal. No sólo es guapo, sino también extremadamente inteligente y de conducta agradable. ¡Por supuesto, las chicas se vuelven locas por él! —declaró Mu Xiaoxiao con un poco de tristeza. Alguien como Lu Yichen era extraordinariamente notable y debería ser amiga de él.
Al oír eso, el rostro de Yu Zhe mostró una expresión atónita, como si Mu Xiaoxiao hubiera contado un cuento fantástico.
—¿Amable? —dijo con incredulidad —Entendiste mal. Lu Yichen es famoso por su arrogancia. A pesar de que tantas chicas le confiesan su amor todos los días, nunca les prestó ninguna atención.
Mu Xiaoxiao pensó unos momentos antes de sacudir la cabeza.
—No, no lo creo. Creo que es bastante amable y decididamente nada arrogante como dices —declaró.
—Sólo es amable contigo, entonces —dijo Yu Zhe, todavía sin creerlo. Sólo había oído hablar del lado frío y arrogante Lu Yichen y no conocía a nadie que lo hubiera descrito como amable.
Mu Xiaoxiao estiró los labios y sonrió, dejando que su imaginación corriera libremente.
—¿En serio? ¿Será que quizás soy especial para él?
Yu Zhe sintió que le empezaba a doler la cabeza cuando vio su expresión.
—¿Qué hacemos ahora? —le preguntó—¿Vamos a comer a la cafetería? Tengo hambre.
—Vamos. Por supuesto, vamos a comer. También tengo hambre. Quería encontrar a Lu Yichen para comer juntos; es una lástima que no esté aquí. Está bien, ya lo buscaré en otro momento —dijo mientras sonreía tontamente, a la par de los pensamientos que corrían por su cabeza.
Yu Zhe no pudo evitar reírse de ella.
—Ya, olvídalo. Creo que en verdad no lo conoces y que sólo querías hacerte amiga de él, ¿no es así? Te sugeriría que no lo hicieras. Una persona como Lu Yichen no es alguien a quien quieras tener de amigo.
—No te lo voy a explicar, ¡vamos a almorzar! ¿Dónde está la cafetería? ¿Por qué esta escuela es tan grande? Me duelen las piernas de tanto caminar.
Mu Xiaoxiao empezó con las quejas a poco de haber empezado a caminar.
En realidad, su escuela en Estados Unidos también era bastante grande, pero ya que había caminado bastante esa tarde y el día anterior, las piernas de verdad le estaban doliendo.
Yu Zhe sospechó que estaba fingiendo, pero como su rostro contraído parecía reflejar verdadera incomodidad, se le ablandó el corazón.
—¿Quieres que te lleve? —le preguntó.
Mu Xiaoxiao quería aceptar, pero se detuvo.
—¿Qué tan lejos estamos de la cafetería? —preguntó.
—Bastante cerca, acá a la vuelta.
—No te preocupes, entonces. Llegaremos pronto de todos modos. Vamos —dijo con descontento.
Si todavía hubieran estado lejos, no le habría importado permitir que Yu Zhe la llevara. Rechazó la idea para evitar las miradas extrañas y porque estaban cerca.