Entonces, ¡decidieron jugar un juego!
—Entonces juguemos… ¡Verdad o reto! —Song Shijun sonrió maliciosamente ya que tenía un motivo oculto.
Y aunque éste juego era extremadamente común y todos lo jugaban, ¡seguía siendo uno muy interesante!
Los engranajes en la cabeza de Han Qiqing giraron y se encontró con la mirada de Song Shijun. Parecían entenderse perfectamente y ella sonrió para sí misma, asintiendo en concordancia. —¡Ese es un buen juego! ¡Me gusta jugar a éste juego!
Por la forma en que hablaban de él, parecía interesante. Inadvertida sobre cualquier asunto entre ellos dos, Mu Xiaoxiao sonrió de alegría y levantó la mano. —¡Estoy de acuerdo! ¡Juguemos a éste juego!
Yin Shaojie ya había dado su autorización con anterioridad.
Entonces, ¡comenzaron a jugar verdad o reto!
La villa en la que estaban era una villa vacacional, entonces estaba abastecida de diferentes y variados juegos. Una ruleta fue traída por un asistente.