En la villa termal.
Aunque la villa termal no estaba lejos de la ciudad, ya era casi mediodía cuando llegaron gracias al atraso de Mu Xiaoxiao.
Después de almorzar, las dos chicas quisieron ir a ver las flores.
Cuando llegaron al jardín de rosas, vieron un gran espacio lleno de rosas rosadas que se extendía hasta muy lejos. En el otro lado, había rosas de otros colores y se veían realmente hermosas.
—Qiqing, ¡mira! ¿no son esas lavandas? —Mu Xiaoxiao apuntó entusiasmada un montón de flores moradas que estaban lejos.
Han Qiqing asintió mientras decía: —¡Sí! Las lavandas las trajeron de Provence, Francia, así que son las lavandas más auténticas que podrás encontrar. Además, ellos venden aceite con esencia de lavanda hechas de esas flores. ¿No te gustan los aceites con esencias? Puedes comprar algunos después.
Los ojos de Mu Xiaoxiao se iluminaron instantáneamente. —¿En serio? ¡entonces quiero algunos!