Mu Xiaoxiao ya había digerido las noticias y estaba algo llena. Miró a Yin Shaojie a los ojos y le sacó la mano. —Lo sé. Nunca pensé que fuera mi culpa.
¿Cómo podría ser su culpa que Bai Meijiao la odiara y quisiera hacerle daño?
Ella no era el tipo de persona que caía en la autocompasión.
Mu Xiaoxiao sonrió como de costumbre mirando a Han Qiqing y a Song Shijun y les aseguró: —Relájense, estoy bien. Sólo me estoy sintiendo algo melancólica porque estoy molesta.
Era normal que se sintiera melancólica ya que nunca había experimentado que alguien, misteriosa y reiterativamente, tratara de dañarla, ¿verdad?
Han Qiqing sonrió de vuelta. —Mientras estés bien —dijo.
Song Shijun también estaba aliviado y tomó una pieza de comida para Mu Xiaoxiao. —Aquí tienes. ¡Cambia la indignación con apetito por comida! Está deliciosa, toma un poco.