Yin Shaojie sonrió con sus seductores labios. Elevó su elegante rostro cerca de ella y apuntó a sus mejillas. La señal era obvia.
Mu Xiaoxiao se hizo la tonta, agitando sus grandes y brillantes ojos. Luego miró hacia adelante y dijo: —¡El semáforo está en verde! Apúrate, enciende el auto.
Yin Shaojie entrecerró los ojos y repentinamente estiró el cuello hacia ella y la besó en la mejilla. —¡Hey! —Mu Xiaoxiao se puso roja y lo miró tímidamente.
Yin Shaojie sonrió con un encanto demoníaco y dijo: —Esto es para premiarte.
Al mirar fijamente sus profundos y oscuros ojos, Mu Xiaoxiao sintió como su rostro extrañamente se ponía caliente.
—¡Apúrate y maneja! —ella levantó la mano y empujó su cara hacia adelante para evitar que la siguiera mirando e evitar que su corazón sintiera cosas que no debía.
Yin Shaojie sonrió. Sin molestarla, se concentró en manejar.