¿Ella piensa que si se rehúsa a admitirlo él no se dará cuenta?
Yin Shaojie se le quedó mirando fríamente.
La intensa presión casi quebró a Han Xue'er. Y, aun así, no dijo nada. Bajó su cabeza y se mantuvo en silencio.
—Muy bien —Yin Shaojie apretó sus delgados labios, luciendo indiferente. La profundidad de su mirada mantuvo sus pensamientos bien escondidos.
Su mirada ahora se dirigió al resto de las chicas. De pronto, ordenó: —¡Arrodíllense! ¡Todas ustedes!
Las chicas lo miraron, paralizadas.
Las dos chicas que habían sido castigadas habían vuelto a sus posiciones originales.
Yin Shaojie dijo con voz grave: —¡Quiero que todas ustedes caminen de rodillas hasta la clínica de la escuela y se disculpen con Mu Xiaoxiao!
Las chicas estaban atónitas mientras lo miraban con los ojos muy abiertos, pero, aun así, ninguna de ellas se atrevió a llevarle la contra.