Parecía que todavía estaba lejos de los días en los que no necesitaría tomar una ducha fría.
Pero justo cuando estaba a punto de irse, ella lo agarró del brazo.
"No te vayas..." Mu Xiaoxiao lo miró con ojos llorosos.
Yin Shaojie se volvió para mirar. Estaba envuelta en una manta, dejando al descubierto sus hermosos hombros y sus esbeltos tobillos. Sus manos pequeñas y rubias lo agarraban con fuerza, mostrando su terquedad.
"Xiaoxiao, no me atormentes", dijo, fingiendo parecer lamentable.
Mu Xiaoxiao se mordió el labio, sonrojándose mientras apartaba la mirada de él y decía suavemente: "Puedo..."
La última parte de su oración fue pronunciada en voz muy baja, pero su oído era muy agudo.
Yin Shaojie miró fijamente. Pensó que había oído mal.
"¿Qué dijiste?"
¿Oyó mal?
Mu Xiaoxiao lo miró, luciendo molesto. Su pequeña mano tiró de él y de manera asertiva, dijo: "¡Ven aquí!"