¡¿Cómo se come esto?!
Era demasiado tarde como para arrepentirse, ya que todo estaba servido sobre la mesa. Rechazar el pedido la convertiría en un hazmerreír, ¿verdad? Así que, con una mirada decidida en su rostro, apretó los dientes, recogió los cubiertos y procedió a cortar el filete.
El filete estaba medio crudo, y con los pesados cubiertos de acero inoxidable, así como su torpe etiqueta en la mesa, fue totalmente incapaz de hacer un corte en él. Hizo una profunda mueca de disgusto y vergüenza.
Miró a Gu Xingze, quien había cortado su bistec en pedacitos sin esfuerzo aparente. Al parecer, sintió un par de ojos desesperados que se dirigían hacia él, levantó la vista y la vio gritarle en silencio pidiéndole ayuda, haciendo pucheros con sus labios.
Él se rio para sí mismo, pensando que la pequeña tonta no debería haber pedido lo mismo que él. ¿Cómo podría ella acostumbrar su paladar a su gusto adquirido?