Por eso, para cuando ésta le entregó el abrigo que estaba en su cuarto, ya había cambiado la forma en que la miraba.
Al salir de la habitación, Yun Shishi se sorprendió al encontrarse con Jiang Yutong, quien no había conseguido evadir a tiempo.
―Yutong… tú…
―Shishi, ¿por qué tardaste tanto? ¿Qué hacías ahí dentro que no respondiste cuando llamé unas cuantas veces a la puerta?
Jiang Yutong recuperó la compostura y, escondiendo rápidamente su confusión, recibió sonriente el abrigo.
―Nada en particular.
Ella le dio una breve respuesta, sin querer explicarse.
No sabía por cuánto tiempo había estado allí Jiang Yutong o lo bien que estaba insonorizado el cuarto, pero sabía que lo mejor no era decir mucho cuando no tenía ni idea de cuánto había podido oír ésta.
―Pero… hace unos momentos, vi a un hombre salir de tu habitación. Tu puerta estaba cerrada por dentro; ¿estaban ustedes dos… haciendo algo dentro?