—¡Mamá es la mejor! ¡Youyou es quien más quiere a mamá!
Abrazó su cintura y frotó su cabecita en su ropa, como un gatito en busca de afecto.
Su corazón se ablandó hasta el punto de que no pudo rechazarlo en absoluto.
El arte de Yun Tianyou de actuar lindo era simplemente perfecto.
Mu Yazhe y el Pequeño Yichen se quedaron mudos.
Yun Shishi llevó al niño en sus brazos, con la intención de volver a la habitación y contarle cuentos para dormir.
El niño se acostó obedientemente en su abrazo, con su pequeña cabeza en su hombro. Detrás de su espalda, sus ojos brillantes estaban sobre los otros dos machos. Su expresión era de provocación.
—¿Pelear conmigo? —dijo entre risas.
Pensaron que podían engañar a mamá y a él para que fueran a la playa y aprovecharse para tenerla para ellos.
¡Con él alrededor, no había manera!
Mami le pertenecía a él, y nadie podía arrebatársela.
Por un lado, el padre y el hijo lucían sombríos.
