Gu Jingze sentía que estar al lado de ella le hacía menos difícil las cosas de lo que habían sido antes. El mundo exterior estaba difundiendo rumores de que él era duro con los demás. Sin embargo, trataba a los demás con dureza porque él fácilmente terminaba en un callejón sin salida. Tenía que completar todo lo que pensaba sin demora.
Pero Lin Che era una persona tan abierta y despreocupada. Sin importar lo que pasara, siempre seguía la corriente. Si se tratara de otra persona, probablemente se habría vuelto loco hacía mucho tiempo atrás. Pero como era Lin Che, pensaba que su personalidad también se había vuelto más equilibrada y tranquila como ella.
Le gustaba que todo funcionara con eficiencia, pero ahora, sentía que, aunque las cosas no fueran como lo había planeado, todo estaría bien. Si no podía manejarlo, entonces seguiría la corriente. Como había dicho Lin Che, al final habría una solución, así que, al final, tendría su propia manera de resolverlo.
