La mirada de Lin Che se fijó delante de ella. La determinación de sus ojos contrastaba con su cara, aturdiendo a todos los que la miraban.
Lin Che parecía como si no tuviera ni un gramo de delicadeza femenina. Sus ojos estaban ligeramente entrecerrados y había un aire peligroso en ellos. Por un momento, tenía un aura muy fuerte y disuasoria. Era inconcebible que esta aura viniera de una mujer que se veía tan delgada. En particular, su amplia confianza y sus maneras intrépidas eran también inmensamente impactantes.
Al principio, la mujer que estaba frente a ella estaba visiblemente asustada, parecía ligeramente aturdida por el miedo. Sin embargo, inmediatamente se dio cuenta de lo que estaba pasando y se regañó en silencio. ¿De qué había que tener miedo? Lin Che era sólo una actriz, pensaba que era capaz de hacer cualquier cosa y que era la gobernante de este mundo sólo porque sus fans la colocaban en un pedestal muy alto.