—No, no voy a salir—, Lin Che tampoco quería que la viera así. Ella pensó que era tan vergonzoso y ella era tan fea. Estaba bien si otros la veían, pero para que Gu Jingze la viera ...
En primer lugar, ella ya sentía que ella y Gu Jingze eran de dos mundos diferentes cuando estaba frente a él. Ahora, era peor. Si otros la vieran estar de pie con él de esta manera, lo más probable es que se convirtiera en el hazmerreír inmediatamente. Probablemente pensarán que Gu Jingze debe haber sido simplemente demasiado desafortunado para casarse con ella.
Ella también pensó que Gu Jingze era en efecto con mala suerte. Debió haberle sucedido algo a ella en su vida pasada y por eso tuvo que casarse con ella en esta vida.
Fue fantástico.
Sin embargo, Gu Jingze continuó llamando afuera, —Date prisa y abre la puerta. De lo contrario lo voy a patear hacia abajo—.